Como si de un cajón de ideas se tratase BerlinStreet nace de la necesidad de trasmitir ciertas emociones y de jugar con la unión e interactuación de nuestras ideas y nuestras obras.
Como esos diagramas fluidos de los años 70. Un grupo de artistas, diseñadores o pensadores que trabajando en un mismo proyecto, o quizá no, partían de un punto en común: un nombre, una propuesta o quizás una imagen para así poner cada uno su granito de arena.
Una flecha y un dibujo. De esta idea cualquier otro sacaba otra flecha con una frase. De ahí, el de la limpieza, por que no, sacaba otra flecha y otro concepto crecía. Al final de esa unión de ideas, propuestas, sentimientos, crecía el producto final.
La idea principal es que estamos juntos en esto, y aquello de que la unión hace la fuerza es tan real como que nunca dejaremos de aprender, que mil historias y detalles se nos escapan, y con mil ojos de diferentes colores veremos mucho mejor.
Por todo eso nace BerlinStreet.
Bajo la forma de un fanzine, muy a lo años 80, con ese toque atemporal, donde lo mismo da hablar del concierto de la otra noche, que del de hace tres meses, de ahí pasar a algún recuerdo que ha venido a nuestra mente para terminar con un tema que nada tiene que ver, pero, que, al fin y al cabo, es el eje de nuestros pensamientos y lo escrito el reflejo de nuestra impresiones, se presentará una serie de obras de diversos artistas que responderá a un tema “común” (aunque no podemos hablar de igualdad en la temática de las obras cuando se sabe por donde se empieza pero no donde se acaba).
Por cada número se hará una propuesta temática, un escrito que cada uno interpretara a su manera. Escribiréis un relato, creareis una ilustración, jugareis con la pintura, disparareis una fotografía, o quizá veinte. Habrá quien proponga una escultura, una instalación o quien decida desenterrar la plastilina para crear. Todo vale. Verdaderamente, esto es por amor al arte.
Somos creadores, pero somos, ante todo, trasmisores. Daremos a conocer nuestro mensaje, nuestra idea, nuestra razón de ser o el por que de nuestra creación. Ayudaremos a moldear el mundo exterior con nuestro mundo interior propio donde las sensaciones y los sentimientos son los protagonistas.
Aún así no hay que tener miedo a frivolizar, reírnos, crear obras superfluas y sin sentido, no somos Edmundo Dantes, no todo se guía por un sentimiento anclado a nuestro corazón.
Hablamos del continente si, pero sobre todo del contenido, de lo que hay tras la obra. Hablamos de la necesidad de recordar que el artista es artesano, es aquel que crea y juega con sus manos, con los materiales y con todo aquello que el mundo pone a su disposición.
Convivimos juntos pero no revueltos. Creemos en lo mismo pero no creamos igual. Hacemos de la unidad la manera de luchar. No tenemos miedo a enseñar al de al lado, y a recibir enseñanzas del que mira desde atrás. No somos cobardes ni arrogantes. Humildad, amor, perseverancia, pasión, libertad, independencia creativa, decisión propia y locura irracional.
BerlinStreet es libre. Y en esa libertad reside nuestra razón de ser.
Christian Carrillo.
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